Expertos en psiquiatría se han mostrado reacios a la legalización del cannabis por los riesgos que conlleva su consumo, especialmente en los jóvenes, en quienes la ausencia de “percepción de riesgo” y un cerebro aún en desarrollo aumentan el peligro de sufrir psicosis o esquizofrenia.
Así se ha concluido en los “Diálogos EFE Salud: Salud mental y adicciones” con los psiquiatras Augusto Zafra, responsable de las unidades de Salud Mental y Desintoxicación Hospitalaria en los hospitales Vithas Nisa Valencia al Mar y Aguas Vivas; Gonzalo Haro, responsable del programa de Patología Dual del Hospital Provincial de Castellón; y José Martínez Raga, vicepresidente de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD).
En el encuentro, organizado por la Agencia EFE en colaboración con Hospitales Vithas Nisa y celebrado en el Ateneo de València, también ha participado Pilar Martínez, que está siendo tratada por un adicción al alcohol.
Según Zafra, un cerebro en desarrollo conectará “conforme a los estímulos” que recibe, y el menor, que por la edad tiene mecanismos de afrontamiento “más inmaduros”, no tiene la percepción de que ciertos comportamientos, conductas o ingesta de sustancias “provocan un daño”.
De esta manera, ha afirmado, “un cerebro que se desarrolle desde los 13 años consumiendo un porro de cannabis el día 1 de cada mes, tendrá cannabis el cerebro todo el año. Imaginaos qué se puede desarrollar en un cerebro con esa sustancia exógena”.
Considera que se han “unificado dos discursos”, el del “efecto terapéutico del cannabis en dolencias muy circunscritas en uso hospitalario y bajo un estricto control” y el que afirma que el cannabis “no hace nada, cuando se sabe que puede llevar a trastornos cognitivos o ruptura del proyecto vital en personas jóvenes”.
Según Zafra, en Estados Unidos se ha visto que en los lugares donde ha habido una legalización para el uso medicinal del cannabis “ha aumentado la prevalencia de adictos” al consumo ilegal de esta droga.
“Lo que se está abriendo es el paraguas, la facilidad de acceso” y, por ello, considera “muy importantes” las medidas legales que están relacionadas con la prevención de su consumo.
Por su parte, Haro ha asegurado, tras recordar que la adicción es una “enfermedad crónica”, que hay que ser “realistas y aceptar” que si los jóvenes fuman cannabis en edades tempranas -entre los 13 y 16 años- y cuando su cerebro está en desarrollo, “aumentará la prevalencia de pacientes con esquizofrenia”.
“Tenemos que prepararnos para darles una respuesta existencial, especialmente en aquellos jóvenes que no tengan la suerte de que su familia les apoya”, ha señalado.
Haro ha destacado que la sociedad tomó conciencia de que el tabaquismo era una enfermedad mental cuando empezaron a aparecer casos de cáncer relacionados con su consumo. “Ahora mismo el debate en los jóvenes es el cannabis”, ha añadido.
Martínez Raga se ha mostrado “totalmente contrario” a la legalización del cannabis porque considera que aumentaría la exposición sobre la gente vulnerable, y ha advertido de que el consumo de esta droga en las horas previas de un accidente de circulación “incrementa por tres o por cuatro que acabe en muerte”.
Además, ha recordado que un estudio realizado en Australia concluyó que en las personas que consumían de dos a tres porros al día durante quince años “disminuía el coeficiente de inteligencia a largo plazo”.
“Creo que sería un grave error legalizarla; una cuestión distinta es que nos planteemos un uso terapéutico”, ha indicado Martínez Raga, quien ha recordado que la cocaína está en la farmacopea de algunos países para la anestesia otorrinolaringológica y también se usan opiáceos para distintas indicaciones, pero “sin embargo nadie se plantea legalizarlos”.
“Se trata de controlar esa prescripción y lo mismo podría ocurrir con el cannabis, pero eso no implica que tenga que haber una legalización”, ha advertido el experto para añadir que el acceso legal “facilitaría que más gente vulnerable estaría expuesta y podría desarrollar la enfermedad de la adicción”.
El cannabis, ha dicho, “es una droga, una sustancia adictiva con unas consecuencias sobre la salud, en muchos casos más graves que otras sustancias en las que sí tenemos asumido ese daño” como la relación entre tabaco y cáncer, y una de estas secuelas es el riesgo de que aparezca una esquizofrenia.
FUENTE: www.mallorcadiario.com