Determinadas hormonas relacionadas con el estrés actúan como posibles mecanismos causantes de alteraciones cerebrales

Las experiencias estresantes tempranas en los primeros años de vida como el maltrato infantil o el bullying o incluso el estrés prenatal son factores de riesgo de presentar experiencias psicóticas y desarrollar un trastorno psicótico durante la adolescencia o la etapa adulta.

Así lo ha manifestado el psiquiatra Xavier Labad, miembro de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental (SCPiSM), de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, durante una jornada que se celebró en Barcelona sobre «Esquizofrenia y otras Psicosis».

Desde el punto de vista biológico, Labad ha explicado que se ha comprobado que determinadas hormonas relacionadas con el estrés, como por ejemplo el cortisol, factores inflamatorios y alteraciones genéticas y epigenéticas actúan como posibles mecanismos causantes de alteraciones cerebrales y riesgo de sufrir una psicosis en el futuro.

Labad ha insistido en que «hay que intervenir precozmente con estrategias preventivas en personas vulnerables, especialmente durante la infancia o la adolescencia, a fin de preservar su salud mental y disminuir el riesgo de sufrir, en el futuro, una enfermedad mental».

Por su parte, Judith Usall, también miembro de la SCPiSM y una de las organizadoras de la jornada, ha señalado que los trastornos psicóticos constituyen un grupo de enfermedades mentales con una repercusión muy importante en la evolución vital y la funcionalidad de las personas que las padecen. «Una de las patologías más importantes dentro las psicosis es la esquizofrenia que, en toda Cataluña, afecta a un 1 % de la población, similar en porcentajes en el resto del mundo», ha especificado Usall.

Marta Coromina, otra de las organizadoras de la jornada, ha añadido que la esquizofrenia «es crónica y necesita recursos sanitarios y sociales de por vida». «También hay otros trastornos psicóticos, como la psicosis posparto, algunas psicosis en el trastorno bipolar, las psicosis secundarias a enfermedades médicas o tratamientos farmacológicos, y las secundarias al consumo de sustancias”, ha añadido Coromina, que ha señalado la importancia de estudiar diferentes abordajes terapéuticos para conseguir “una mejor funcionalidad y una disminución de los efectos secundarios derivados de los fármacos».

La jornada la ha organizado la SCPiSM y la ha dirigido Gemma Garcia-Parés, con la participación de más de 150 profesionales, con el objetivo de dar formación basada en la evidencia tanto sobre las actuaciones preventivas como sobre los tratamientos psicológicos, psiquiátricos y sociales de cada síndrome psiquiátrico.

Fuente: www.abc.es

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